A raíz de todo el revuelo que hubo ayer en las redes a causa del programa que cuatro emitió acerca de los deberes, se me ha ocurrido hacer una pequeña reflexión sobre cómo trata el modelo “Flipped Classroom” este espinoso tema.
No deja de sorprenderme que cada vez que he dado una charla sobre invertir el aula siempre ha habido alguien que me ha preguntado ¿cómo se toman alumn@s y padres/madres el hecho de que les plantee ver vídeos además de hacer deberes? Mi respuesta a estos planteamientos es clara: La flipped classroom no plantea sacar los contenidos fuera del aula y además hacer deberes, no. La propuesta de este modelo es cambiar la clase magistral por contenidos atractivos que se visualizan fuera del aula en vez de los tan temidos deberes. Y es que es un sinsentido emplear horas y horas del tiempo que pasamos con nuestr@s niñ@s simplemente transmitiéndoles una información que, hoy en día, se puede adquirir de mil medios diferentes, para luego pretender que en casa realicen tareas mucho más complejas donde sí les vendría bien la presencia del docente a su lado. Hacer deberes en casa es un peligro, ya que es un proceso en el que deben consolidar lo aprendido, y si lo que consolidan es un error que repiten una y otra vez sin que nadie les corrija hasta el día siguiente en el que se corrigen los deberes en clase, entonces la tarea del docente es el doble de difícil. Ya que su alumn@ debe desaprender lo que ha hecho mal para luego reaprenderlo de la manera correcta. Y digo yo… ¿no es un proceso mucho más eficiente el aplicar los contenidos con su maestr@/profes@r al lado para que le guíe y se asegure de que aplica bien los conceptos a la primera? ¿No es esa una manera mucho más rica de pasar el tiempo en el aula?
FLIPPED CLASSROOM. MARCA LA DIFERENCIA
¡Hasta pronto!
Síguenos
